viernes, junio 1

Hay un montón de cosas que me gustaría contarles, me he topado con mundos que no llegue a imaginar que existían, de repente me siento como el principito

Conocí a alguien que le tiene terror a entablar el menor lazo afectivo y entonces se dedica a vivir violentando su alrededor, se me quedo la tristeza en el aire, porque estoy segura que no es tan malo, que con un poquito de voluntad podría encontrarse el equilibrio, me resulta infinitamente triste ver como la gente se castiga esas cosas solita y así.

De momento estoy medio atorada en un planeta del que no se como y para terminar de joderla, nomás no quiero salir. y es que me di cuenta que ahí puedo respirar sin casco, que todavía me acuerdo como hacerlo, y esas cosas que le dan saborcito a la vida.

En otros asuntos. Suelo ser muy debilucha de carácter, me enojo y a la primera mirada de perrito regañado termino desenojandome y así. Pero todavía hay cosas para las que soy drástica y exagerada, cosas que me parecen inconcebibles, casi casi como a Girondo las mujeres que no sabían volar.

No termino de estructurar para poder explicarlo pero es muy simple.
No permito que alguien anteponga la estupidez humana a mis lazos afectivos, entiendase, mis lazos afectivos tienden a ser fuertes, pero no resisten el ser desplazados por solapar algo que ni esta chido.

La regla de oro en este caótico, alocado y pequeño mundo que habito es:

"Bro´s before hoe´s"

Seamos honestos, los lazos de amistad tienden a ser mas honestos, mas fuertes, a menos que seas asquerosamente afortunado y le pegues al gordo encontrándote el lazo amoroso que te corresponde forever and ever.

Seguir la regla me ha llevado a consolidar lazos fuertisímos, mantenerlos por años y años, valorarlos y quererlos, pero como no todo es cumbia... también hay un par de caídos en la batalla, caídos que al pasar de los años no hacen otra cosa mas que confirmar mi teoría, lo que es es y lo que no, pues no. Ajá, si así de absurda como suena, así es.

Nada más que declarar al respecto.

Oh! y casi lo olvido, traigo el corazón devastado, me lo revolcaron peor que a borracho en el revolcadero de Acapulco, ni cuenta me di hasta que ya estaba tirada tirada a media playa, vomitando de la mareada y con un montón de pedazitos que juntar.

Ay de mi....

Ya pues, a recoger conchitas que queda muchísimo océano mar por recorrer.