miércoles, agosto 14

Oh the bliss of British music festivals...


Hasta hace un par de años, no terminaba de agarrale la onda al ¨Summer Rush¨ ósea si, que padre que los dias eran mucho mas largos que en el invierno, y que la gente andaba mas de buenas y que me tocaban mas dias de vacaciones y todo eso, pero confieso que no terminaba de entenderle el fuzz...

Hasta que un día me invitaron a ir a Glastonbury. Ahi fue donde la vida de esta skene en las europas dio un cambio drástico.

Desde entonces me la he pasado brincando de festival en festival, y prácticamente viviendo el invierno con una sola cosa en la cabeza: Ahorrar todo el dinero posible para hacerme cuanto festival de musical se me ponga enfrente durante el verano.

Y es que por mas que intente yo explicarles, no hay palabras, para describir la locura que implica estar ahi, la energia que irradian los campos, la libertad que se tiene de hacer y ser quien chingada gana se te pegue.

Si, al principio puede ser un poquito overwhelming, aún después de estos 6 años que tengo como asistente regular hay momentos en los que aun no puedo creer lo que estoy viendo, en los que me espanta un poquito el nivel de libertinaje que pueden tener. Y no, no se me mal entienda como una blanca paloma, porque ni fingirlo intento.

Este fin de semana me fui a Boomtown, y confirme que es uno de los festivales mas random ever. Ahi el estar sobrio es un mero acto de aburrimiento y rebeldía estupida, tho, resistí un par de invitaciones a fumar mariguana, a meterme acido, y a probar ketamina.

Y es que si, los mexicanos somos buenos para la fiesta, pero si de fiestas hablamos, los ingleses saben hacerlo como si no hubiera mañana, como si fuera la ultima vez en la vida en que lo van a hacer. Son amos y maestros de crear atmósferas salidas de películas de hadas, de ciencia ficción...

Mientras bailaba, en el ¨tribe of frog¨ tuve uno de esos momentos en los que te cuestionas todo, y llegas al mismo punto. ¨Yo solo se que no se nada¨ en esos 5 minutos que estuve sentada ahi, me di cuenta que era la única persona en toda esa área que se estaba questionando algo, que todos los demás bailaban frenéticamente sin importarles nada mas que el aquí y el ahora, que no había colores de piel, estratos económicos o sociales, que no había países o fronteras, que no había ayer ni mañana.

Y decidí aventarme, a la euforia de vivir el momento. Total, la primera bomba había llegado a mi estomago y empezaba a sentir el erupto del mal...


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