Soy una rata de laboratorio defectuosa.
Al principio es un defecto poco visible, al pasar desapercibido al ojo común logro camuflajearme entre todas las otras ratas diseñadas genéticamente viables para funcionar en experimentos, investigaciones y demás.
Supongo que si hubiera vivido en otra época, por ejemplo en la de Pavlov, hubiera sido un perro defectuoso incapaz de parar la salivación y entonces gran parte de la ciencia se hubiera ido al carajo tras de mi.
Y es que los experimentos de condicionamiento clásico, conmigo funcionan diferente.
Una vez que me hacen salivar, luego es casi imposible parar.
Si me pusieran en una jaula, con un botoncito que da toques antes de obtener comida, muy probablemente no solo moriría de hambre, si no que viviría atemorizada de que en algún momento el botón sin siquiera tocarlo tomara vida y viniera a darme toques [ de pura mala onda pues ]
Durante mis años universitarios que sea de paso es pertinente aclarar quedaron inconclusos, una de las cosas que mas me llamo la atención fue el famoso experimento de el laberinto y la rata que debe salir de el, no se si fue porque justo ahí me di cuenta de que yo era una rata defectuosa.
Vivir defectuoso en el mundo implica tener que esforzarse más, por explicárselo a las otras personas y que lo entiendan, por obtener cosas y no morir en el intento, por simple y sencillamente sobrevivir.
Es desgastante, atemorizante e infinitamente triste que una vez que te hicieron daño, ya no puedas mirar para el mismo lugar sin dejar de tener la sensación de que volverá a suceder... una y otra vez.
En fin, solo queda rezar por mi y por todas las otras ratas defectuosas. [Que en verdad espero que existan porque si no entonces, ya me llevo el carajo.]
Y así.
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miércoles, agosto 12
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1 comentario:
No, para bien o para mal, no eres la única "data defectuodsa".
Un abrazo y una patada.
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